IMPOSIBLE DE CLONAR
Isaías 49:1. El Señor me llamó antes de que yo naciera, en el vientre de mi madre pronunció mi nombre. Hace quizás muchos años participabas en una carrera. Sí tú. Estabas en una competencia con otros millones de participantes. Si, leíste bien. Llegó el momento de la partida. Por unos canales movedizos se desarrollaba la carrera. Ibas a la par con otros miles, un par de veces perdiste la primera posición. Pero llegó el momento final, te acercabas a la meta y te adelantaste como nadie más. Cruzaste la pared biológica del óvulo de tu mamá y ganaste, ¡fuiste concebido! Si era otro el espermatozoide hubieras sido otra persona. Quizás tu hermano o tu hermana u otro que nunca conociste pero no, fuiste tú. Un milagro del éxito. Quizás tu papá o tu mamá no te esperaban pero la buena noticia es que ¡Dios sí! Aún hoy que se habla de clonación nadie podría ocupar tu lugar. Podrán copiar tu cuerpo y tus genes pero no tus experiencias y mucho menos tu espíritu. De eso no hay ninguna duda, solo D