EN EL OJO DEL HURACAN
Una vez más me encuentro en plena batalla por mi libertad, esa libertad que Jesús me dio en la cruz se ve hoy amenazada por mis malos pensamientos y actitudes aprendidas a lo largo de mi vida; no cabe duda que el diablo es diablo aquí y en la China, trayendo malos pensamientos a la vida de aquellos que añoramos vivir en absoluta independencia en nuestra vida diaria. Pareciera que esto es un ciclo que cambia cada cierto número de días, en otras palabras cada cierto tiempo vuelvo a pelear con las mismas compulsiones carnales que están presentes en cada pulgada de mi mente y cuerpo; bien decía el Apóstol Pablo "Miserable de mí quien me separará de este cuerpo de muerte". Haciendo referencia a la ley Romana que obligaba a cargar el cuerpo del muerto en la espalda de aquel que había sido hallado culpable del crimen del mismo. Las compulsiones y pecados están a la orden del día, pero en realidad están presentes donde les dan lugar, o sea en la vida de toda persona que se atre