amor
Jesús nos dijo que amemos a Dios ante todo y luego que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, y agregó que ningún otro mandamiento es mayor que estos. Quien ama a Dios reflexiona sobre sus palabras, pensamientos y acciones basadas en la verdad en todo momento para asegurarse de que dijo buenas palabras, pensó de la manera que Dios quiere y actuó sirviendo los corazones hacia los demás. Con amor por los vecinos, siempre verifica cuánto busca los beneficios de los demás y si se ha regocijado cuando otros lo hacen bien. Él trata de cambiar a través de la bondad todo el tiempo.