"…Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre… Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas” (Juan 20:15-18). Previo a su encuentro con Jesús, María Magdalena había vivido una vida miserable. Desde enfermedades, que no había podido cuidar, haber sido abusada y despreciada incluso por su misma familia. Nadie amaba ni consolaba a esta mujer desolada mujer. Sin embargo, encontrarse con Jesús, fue un punto de cambio en la vida de María Magdalena. Habiendo recibido las respuestas de Dios a sus problemas en cuerpo y en espíritu, María Magdalena llegó a comprender el verdadero propósito de su vida y recibió de Jesús, la clase de amor que este mundo no conoce. En un interminable esfuerzo por corresponder al amor de Jesús, ella se entregó a sí misma hasta el momento en que Él murió y después de Su resurrección, fue honrada siendo la primera persona que lo vio. Muchas personas dice...